EL
PRIMER
EMO
DE
LA
HISTORIA

Era Enero del 2001. Después de toda la alegría de Diciembre, llega Enero. Lento, callado, deprimente. Digamos que sin querer, escuché cosas que hubiera querido nunca escuchar en mi casa y que me hicieron sentir demasiado triste. Como si por si solo mi estado de ánimo en Enero no fuera el mas miserable de todos los estados de ánimo que puedo tener durante el año.

Llegó el día de ir a la escuela a inscribirme a segundo semestre. Me acuerdo que ese día se miraba un sol muy amarillo. Como si desde la mañana estuviera atardeciendo. Nada me hacía gracia, no me emocionaba volver a ver a mis amigos de la uni, no tenía el menor interés por saber que materias iba a tomar y que grupo me tocaba. Solo quería desocuparme y regresar a mi casa a dormir. Y cuando llegó la hora de regresar, solo pensaba en una cosa: No quiero regresar a mi casa. No quería ver a nadie ni que nadie me preguntara porque he estado tan triste y callado.

Me vine desde la uni hasta mi casa caminando. Me tardé una hora en llegar. Una hora caminando solo, recorriendo la Rio Fuerte de extremo a extremo. Durante el camino el cielo se nubló y empezó a hacer viento. El escenario para mi día de amargura y vacío en el alma no podía ser mejor.

Llegué, me dormí y con el tiempo se me quitó lo triste. y el dolor de pies también. Ahora que lo pienso, no era un motivo para estar triste. Me faltaba madurar yo creo.

Comunidad Emo del mundo: Saluden a su ancestro.