En 1991, teniamos una muchacha que nos ayudaba en mi casa limpiando y haciendo la comida y esas cosas. Las señoras que habían pasado por nuestra casa antes que ella TODAS tenían algún defecto o problema. Algunas nos robaban, otras no hablaban bien español y cuando se enojaban nos la mentaban en su dialecto, otras faltaban cada 3er. día y así etc etc. Pero ella no. Ella era mas joven que las otras, mas divertida y mas afectuosa. Le decíamos polluela. Ella nos decía polluelos a nosotros. Realmente no era muy buena para la cosas de la casa, para desayunar nos calentaba las sobras del día anterior y nomás, pero nos la pasabamos muy bien. Le gustaba escuchar los casettes de caló con nosotros y no c tardaba mucho en tender la cama pa que nos pudieramos volver a acostar. Creo que ella fué la Mary Poppins de nuestras vidas.

Para festejar mi cumpleaños, creativamente decidimos hacer una de esas tan socorridas albercadas. Al cumplir años en Agosto no hay otra opción para atraer invitados a tu fiesta. Me acuerdo que después de bañarme me puse una camiseta que compré en Disneyland de star tours llena de estrellas y cometas y cosas del espacio que estaba bastante caliente y a nadie le dió envidia. Todo estuvo muy bien, todos me dieron regalos, nos bañamos hasta que se nos pusieron los dedos como mini shar-peis pero el momento especial fué cuando llegó la polluela!! o sea...la persona que nos ayuda en mi casa rompe todos los esquemas y llega a la casa de mi awe!!! y trae regalo!! y se ve una caja grandesita!!!!! no! no son calzones!!

Llegó el momento de abrir regalos y esperaba con ansia el momento de abrir el de ella. De hecho, creo que lo dejé hasta el final para hacerla de emoción. Wow! era un radio am/fm amarillo que tenia forma de lancha y podía flotar en el awa!!!! muuuy apropiado para mi albercada de 9 años!!

Pero no apropiado para el resto de mi vida. No sé nadar. Morir electrocutado o ahogado están arriba en mi lista de peores muertes y el radio no sintonizaba ninguna estación bien.

14 años despues tengo un golpe de realidad sobre el poco tiempo que mi querida polluela invirtió en escoger mi regalo. No podía ser tan perfecto. De todas formas gracias.