YO
LE
VOY
AL
MISTICO

Hoy cuando llegué del trabajo miré una pelea de lucha libre. Me acordé que cuando mis hermanos y yo estábamos pekes y nos íbamos a pasar el fin de semana en casa de mi abuelita todos los domingos en la mañana mirábamos la lucha libre. La rutina era levantarnos, cambiarnos, desayunar, mirar la lucha y luego ir a dar una vuelta por el mercado sobre ruedas que se pone frente a su casa. Mi abuelita y su hermanas son fanáticas de las luchas. Se saben los nombres de los luchadores y tienen a sus favoritos. Un día que vino a pelear al auditorio del estado EL RAYO DE JALISCO fuimos a verlo a la comercial mexicana donde iba a firmar autógrafos. Luego se subió a un pick up para ir al auditorio y nosotros lo seguimos en nuestro carro y mi tía Dora le gritó !!!!CUANTO COBRAS PAPASITO!!! Era muy divertido ver las luchas. Ellas se emocionaban demasiado y a veces lloraban cuando golpeaban mucho al PERRO AGUAYO o a OCTAGON.
Creo que algo se me pegó de eso porque hoy que mire pelear al MISTICO contra el HIJO DEL PERRO AGUAYO (que es rudo, a diferencia de su padre que era técnico) sentí un poco de tristeza al ver la reverenda madriza que le puso el perro al mistico que, al parecer, es una gran estrella estos días. Se me hizo superdramático que le rompió la máscara y rápido se fué a esconder tapandose la cara. Sentí algo parecido cuando miré como el MIL MASCARAS le mordió la frente al PERRO AGUAYO PAPA y le dejó toda la cara llena de sangre.

Si todo es mentira y los luchadores ensayan todos los golpes que se dan desde antes PUDRANSE EN EL INFIERNO. Juegan con los sentimientos de mi awe y los mios.